miércoles, 3 de diciembre de 2014

Fantasmas

(30/julio/2013)
Ya no soy aquel que solía ser alegre, que no importara el cuándo y el dónde era feliz, mantenía la misma mirada para todos, ya no . Los ojos llenos de vida se vuelven cristalinos con los palos que te da vivir, cada noche se hace más larga y los sueños más cortos, las ilusiones menguan y las deudas del corazón aumentan, mientras que la razón no cumple con su labor sin cesar de torturarnos por lo que perdimos, o por lo que nunca tuvimos. Perderme en la infinita oscuridad del inmenso cielo nocturno, a veces, simplemente es lo que deseo: desvanecerme, como el polvo que crece como <fantasma de no se sabe de qué parte surgido>, pero que ahí está.
Me dispongo a soñar, pero comienzo a creer que los sueños no existen como tales, son meras invenciones del propio ser para poder seguir siendo.

Llega la noche, y en lugar de esperar con ilusión el día siguiente, sin ánimos, me despido del presente.