La sensación de una fina cuerda rodeando tu cuello, de que eres estrangulado. ' El sentimieto de mil dagas atravesando el corazón, de las que salen un millón de escorpiones. ' El dolor que se siente cuando cien elefantes te aplastan los pulmones y la tráquea.
Así me desperté en mitad de la noche entonces, sin aire, sin poder respirar, sin vida ni aliento. Cuarenta días que me quedaba sin uñas, cuarenta noches que me comía la cabeza, cuarenta atardeceres en los que estaba muerto.
Hoy vuelvo a sentir algo similar, el por qué de entonces y el por qué de ahora no vienen a cuento, pero hoy he vuelto a morir.
domingo, 4 de mayo de 2014
Ansiedad.
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