miércoles, 23 de octubre de 2013

Una mirada

Mirar(la) y coincidir con unos ojos, profundos, una mirada de esas que, sin decir nada, te llena de realidad y fantasía, y por un descuido, tropiezas y caes en el abismo sin fondo. No dejas de caer, pero mientras, te muestra lo más bello que jamás hayas visto, te cuenta cómo comenzó todo, y cómo acabará; te muestra el nacimiento de constelaciones y nebulosas, de galaxias enteras, y también cómo se apaga una estrella. Te enseña cómo nace la forma de vida más simple, y cómo muere una persona. Sigues cayendo. Te demuestra cómo el tiempo se desvanece sin notar siquiera su paso; te lleva a épocas pasadas y futuras, a lugares que nadie ha visto, y a rincones que nunca nadie verá. Te enseña la belleza de todo y la oscuridad de la nada; el vacío de la soledad que llena a la vez. Has visto la profundidad de sus ojos, has rozado su alma. Apenas ha pasado un instante, ella devuelve la mirada. Sin decir nada, habéis visto todo. Y aún sois desconocidos.