lunes, 30 de septiembre de 2013

(en)sueño

Me traslado a otro mundo en el que todo es posible, que su sonrisa y la mía despierten juntas, que el tiempo no se escape, que el momento no pase, que el fuego nunca se apague. Podremos pintar el mundo con lápices de colores sin usar el negro ni el gris, estando a oscuras en tu cuarto sin recordar lo que en vida te hace sufrir. Allí el odio no existe, y tu sombra es libre, dónde con solo quererlo tienes un viaje a la Luna para dos. De un mundo gris por el asfalto a un mundo rosa a través de tus ojos. Sígueme a este mundo y te prometo que las lágrimas no existirán para nosotros, que las palabras no harán falta, donde el miedo no es más que un mal sueño. Tendremos alas para poder volar y ver lo bello del mundo, comiendo nubes con sabor a algodón de azúcar. Pero sin tu presencia, este mundo se convierte en pesadilla.
Uno, dos, tres, despierta.